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Un par de flores muertas y un montón de papeles rotos a la fuerza: cadáveres marchitos.












Thursday, September 27, 2007

Jueves ya (hace poco), 12:10 am, más o menos... Suena el timbre, sin saber por qué sospecho que es para mí, contesto:

-Aló, hola.
-Hola. (No me sorprende, ¿debería?)
-Vine a traerte algo
-Va, ya bajo.
-¿Quién es? (mamá)
-Juan.

Abro la puerta, está con un amigo que me cae bien. Lo suficientemente borrachos... me entrega una rosa y yo no sé muy bien qué hacer con ella, pero es la primera vez que no me parece cursi una rosa. Entre abrazos, insultos, confesiones, reclamos y uno que otro beso pasan los siguientes diez minutos, acompañados de algún anécdota absurdo. Me propone ir al bar (cercano) en el que están. Por supuesto me niego. Cualquier excusa: estoy trabajando, tengo entrega el viernes (aunque, obvio, no es el punto). Se despide por fin con un beso que podría alargarse indefinidamente pero lo corto con un "bueno, váyase".

Subo. No quiero pensar ni sentir ni nada. Prefiero olvidarlo de antemano. No soy insensible pero puedo engañarme de vez en cuando: YA FUE.

Sunday, September 09, 2007

¡lindo, lindo, lindo!

Monday, September 03, 2007

venga, he de decirlo... vuelta mierda. Sonrío un poquito por no llorar, porque no quiero llorar... rampoco es rabia del todo (porque estaría llorando)... es un poco de decepción o algo así (Antoine, Antonia y él (el tercero, auqel desconocido que a veces viene a visitarme en un sueño) diciendome al oido: "pero si lo sabías ya..." o "siempre pasa"... casi se atreve a decir "te lo dije" pero no lo hace por compasión.. jojo, y porque tampoco me lo dijo, ¿o sí? El caso pues, es que mi maldita habilidad de mantener una conversación mientras escucho otra simultáneamente ha-me jugado una mala pasada... con el agravante de la duda que siempre queda: "¿si oí bien?".... El caso pues es que me paré y me fui con una sonrisa dolorosa o adolorida... hablando con un chico al que realmente quería desaparecer pero que me ayudó a no atacarme a llorar... esfuerzo que debió continuar por un encuentro inesperado que me distrajo en otra conversación... Cuando por fin me encontré sola esperando un bus más o menos desocupado escribí un mensaje más adolorido que la sonrisa.... pero no más doloroso. Luego esperé un poco... ¿respondería? Mientras tanto me esforzaba por contener las lágrimas, distrayéndome con un libro (medio vano el esfuerzo pero bueh...). Miré por fin el celular.... descargado. Ja. En el fondo me pareció mejor, así no quedaba con la duda... simplemente no podía ser, y evitaría anteceder luego insultantes adjetivos a su nombre. En esas divagaciones pasaban las esquinas mal iluminadas en una noche sin luna (por fortuna) y mis ojos empezaban a aguarse inevitablemente... me rendí y dejé que cayeran tranquilamente... mejor llorar de una vez, en silencio y sola (como siempre). Llegué a mi lugar de abandonar el bus. Bajé, las lágrimar seguían pero extrañamente tranquilas... camino despacio, llego a la tienda y paro por un chocolate: nunca se sabe que me de un ataque en medio de la noche. Sigo caminando despacio, sin muchas ganas de llegar a casa, la noche me hace bien. La luz está prendida. Abro abajo... respiro y me seco las lágrimas, ante todo debo actuar... recuerdo esa partecita de la biografía de Rembrandt... el mundo es un escenario, para mí también es un escenario, el más grande de todos... Debo actuar. Me seco las lágrimas y subo sin afán. Saludo como si nada, niego haber estado llorando, entro acá, me conecto, encuentro a tres chicos preciosos que quiero mucho... uno más que otros, me olvido, me distraigo, escribo. Me siento extrañamente tranquila. Sólo decepcionada, extrañada, tristemente tranquila o tranquilamente triste. elle est Antoine, il est un poltron escribo. Ya está. Tampoco voy a hacer una tormenta en un vaso de agua. Además necesito que me lo diga en la cara, quién sabe si la mitad de mi cerebro se equivocó (el extraño que me visita a veces me dice que no sea tonta... que ya sé que tengo razón... y bueno...). Respiro y prometo dormir perfectamente. Todo pasa. Esto es una purga... porque estoy adolorida pero no hay un espejo roto clavado en mi garganta y eso me encanta... es un dolor más directo y por ende más tranquilo. No me angustia, esta vez le doy la cara al mundo y no hay superficies que reflejen mi ausencia. Estoy tan presente como nunca. Me afirmo. No desaparezco.

Saturday, September 01, 2007


me siento un poquito vacía... pero no no y NO.
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