dibujo + Belanova + 3 de la mañana = escritas palabras demasiado sinceras.
Tuesday, June 26, 2007
Thursday, June 21, 2007
"Sí, pero el sentido común tiene poco que ver con la arquitectura. Los mejores edificios siempre tienen problemas con el sentido común, lo cuestionan. El pragmatismo asume que la arquitectura existe para solucionar problemas cuando la mejor arquitectura crea problemas. Antes de la Revolución Francesa nadie creía que la arquitectura sirviese para solucionar problemas. La arquitectura era una manifestación de poder. Tras la Revolución Francesa, la figura del arquitecto se transformó. Dejó de ser un artista para convertirse en una especie de san Jorge que debía vencer al dragón de la corrupción y la jerarquía y así aparecieron instituciones como colegios, prisiones, fábricas y hospitales: proyectos sociales que transformaron a los antiguos artistas arquitectos en agentes sociales. Piranesi, Bramante, Borromini, Le Corbusier... los mejores arquitectos han sido gente que se complicó la vida."
(...)
Wright fue un hombre en el desierto, un expresionista del desierto. En España hay una gran cultura sobre Gaudí, pero no es una de las grandes figuras arquitectónicas. Sólo me interesan los arquitectos con una ideología consistente, con un discurso razonado. José Luis Sert lo tuvo y en ciertos momentos Viaplana, Miralles, Moneo o Sáenz de Oíza. El resto pueden ser buenos o malos, pero no han cuestionado nada y, por tanto, no han aportado nada que los transcienda. Para aportar algo se debe cuestionar el status quo. Cuando comenzó Wright hizo buenas casas, luego para continuar lo que tanto había gustado no se le ocurrió nada mejor que repetirse hasta la saciedad.
P. ¿No le pasa eso a todo el mundo?
R. Querer gustar sí, pero repetirse hasta la saciedad sólo a los que envejecen y dejan de crecer. Por eso, para mí, Loos es un arquitecto más importante que Wright. Fue el Schönberg de la arquitectura. Me interesan los arquitectos capaces de preparar el terreno para que otros hagan cosas.
P. Usted es neoyorquino, ¿cómo juzga la reacción de su Gobierno tras el 11-S?
R. Tenemos un presidente que es un cowboy. En EE UU existe una mentalidad tipo John Wayne de 'vamos a por ellos', y eso es lo que está ocurriendo. Están arrasando Afganistán y ¿qué han conseguido? Furia. Es fácil destrozar y matar y lo terrible del terrorismo es que no se puede hacer nada. No puedes reaccionar y eso es inhumano. Si alguien te pega puedes no responder de la mejor manera imaginable. El mundo hoy es modernidad contra fundamentalismo. Pero llegado a un extremo no es cuestión de tener razón o no. No hay razón que justifique que maten a tu hijo mientras está sentado tomando un refresco.
P. ¿Afecta eso a la arquitectura?
R. El terrorismo ha existido siempre, pero ningún terrorista había borrado del mapa dos edificios. América no había tenido tantos muertos desde la guerra civil en 1862. Eso convierte el 11-S en un momento definitivo que marca un antes y un después en la historia y en la arquitectura.
P. ¿Por qué?
R. Es la primera vez que un gran acontecimiento, que las televisiones no habían previsto, se transmite en directo. ¿Cómo se puede representar algo que ha sido tan visto, tan difundido? Hablan de construir un memorial. ¿Cómo puedes hacer algo así cuando no queda nada por imaginar? La televisión mata la imaginación. La arquitectura se ha encargado siempre de representar la imaginación, pero cuando la imaginación se comporta tan despóticamente con la imagen no queda nada que imaginar. Los arquitectos vamos a tener que pensar otra manera de imaginar los edificios.
P. ¿Cuál?
R. No lo sé. Tengo preguntas pero no respuestas. La televisión ha robado a la arquitectura el impacto de la imagen. Deberemos explorar otros campos más allá del visual.
P. Sus últimos edificios ya lo hacen. Han abandonado las formas para convertirse en territorios. Son más orgánicos que fraccionados.
R. Con la Ciudad de la Cultura que construyo en Santiago he tratado de crear un palimpsesto, un edificio cuyo impacto no sea visual. Un lugar que funcione a capas, como una cartografía de la topografía del lugar, de la ciudad medieval y de la ampliación moderna. Me encargaron un gran edificio y estamos excavando un territorio."
Tomado de: http://www.arqchile.cl/peter_eisenman.htm ---> Entrevista completa a Peter Eisenman
(...)
Wright fue un hombre en el desierto, un expresionista del desierto. En España hay una gran cultura sobre Gaudí, pero no es una de las grandes figuras arquitectónicas. Sólo me interesan los arquitectos con una ideología consistente, con un discurso razonado. José Luis Sert lo tuvo y en ciertos momentos Viaplana, Miralles, Moneo o Sáenz de Oíza. El resto pueden ser buenos o malos, pero no han cuestionado nada y, por tanto, no han aportado nada que los transcienda. Para aportar algo se debe cuestionar el status quo. Cuando comenzó Wright hizo buenas casas, luego para continuar lo que tanto había gustado no se le ocurrió nada mejor que repetirse hasta la saciedad.
P. ¿No le pasa eso a todo el mundo?
R. Querer gustar sí, pero repetirse hasta la saciedad sólo a los que envejecen y dejan de crecer. Por eso, para mí, Loos es un arquitecto más importante que Wright. Fue el Schönberg de la arquitectura. Me interesan los arquitectos capaces de preparar el terreno para que otros hagan cosas.
P. Usted es neoyorquino, ¿cómo juzga la reacción de su Gobierno tras el 11-S?
R. Tenemos un presidente que es un cowboy. En EE UU existe una mentalidad tipo John Wayne de 'vamos a por ellos', y eso es lo que está ocurriendo. Están arrasando Afganistán y ¿qué han conseguido? Furia. Es fácil destrozar y matar y lo terrible del terrorismo es que no se puede hacer nada. No puedes reaccionar y eso es inhumano. Si alguien te pega puedes no responder de la mejor manera imaginable. El mundo hoy es modernidad contra fundamentalismo. Pero llegado a un extremo no es cuestión de tener razón o no. No hay razón que justifique que maten a tu hijo mientras está sentado tomando un refresco.
P. ¿Afecta eso a la arquitectura?
R. El terrorismo ha existido siempre, pero ningún terrorista había borrado del mapa dos edificios. América no había tenido tantos muertos desde la guerra civil en 1862. Eso convierte el 11-S en un momento definitivo que marca un antes y un después en la historia y en la arquitectura.
P. ¿Por qué?
R. Es la primera vez que un gran acontecimiento, que las televisiones no habían previsto, se transmite en directo. ¿Cómo se puede representar algo que ha sido tan visto, tan difundido? Hablan de construir un memorial. ¿Cómo puedes hacer algo así cuando no queda nada por imaginar? La televisión mata la imaginación. La arquitectura se ha encargado siempre de representar la imaginación, pero cuando la imaginación se comporta tan despóticamente con la imagen no queda nada que imaginar. Los arquitectos vamos a tener que pensar otra manera de imaginar los edificios.
P. ¿Cuál?
R. No lo sé. Tengo preguntas pero no respuestas. La televisión ha robado a la arquitectura el impacto de la imagen. Deberemos explorar otros campos más allá del visual.
P. Sus últimos edificios ya lo hacen. Han abandonado las formas para convertirse en territorios. Son más orgánicos que fraccionados.
R. Con la Ciudad de la Cultura que construyo en Santiago he tratado de crear un palimpsesto, un edificio cuyo impacto no sea visual. Un lugar que funcione a capas, como una cartografía de la topografía del lugar, de la ciudad medieval y de la ampliación moderna. Me encargaron un gran edificio y estamos excavando un territorio."
Tomado de: http://www.arqchile.cl/peter_eisenman.htm ---> Entrevista completa a Peter Eisenman
Monday, June 18, 2007
Wednesday, June 13, 2007
Fue esto.
"Hace poco sueño para ser las dos de la mañana. Abro la cortina para ver el cielo. Está irregularmente nublado, parece querer decir algo. La luz que entra por la ventana proyecta la sombra de la reja en la pared. Ahora estoy doblemente encarcelada: real y virtual (o visual) mente. Me digo que esa sombra es como la cárcel que yo misma me invento, como los límites mentales que me impongo. Busco un lápiz y un cuaderno. Escribo o imagino escribir. La luz es absolutamente insuficiente, no veo nada de lo que escribo. Sin embargo, me gusta el sonido de la mina de grafito deslizándose sobre el papel y la duda del invisible resultado. Esto realmente sí es abolir las trabas-reglas físicasreales, ¿pero cómo acabo con las que llevo dentro?
El silencio es demasiado denso, demasiado estático. Imagino lo que escribo mientras veo que las nubes se mueven con un viento que no percibo. Tan sólo imagino que escribo y la punta angulosa de aquel lugar desconocido se alza hacia la noche con su borde rugoso, con su triangular transparencia. Me gusta escribir si no tengo ninguna pretención: ni siquiera VER lo que escribo.
Paso la página. Se acaba. ¿Duermo?"
El silencio es demasiado denso, demasiado estático. Imagino lo que escribo mientras veo que las nubes se mueven con un viento que no percibo. Tan sólo imagino que escribo y la punta angulosa de aquel lugar desconocido se alza hacia la noche con su borde rugoso, con su triangular transparencia. Me gusta escribir si no tengo ninguna pretención: ni siquiera VER lo que escribo.
Paso la página. Se acaba. ¿Duermo?"
Thursday, June 07, 2007
Últimamente he llegado a concluir que me gusta la gente un poco pretenciosa.... Es curioso y no sé muy bien por qué, pero me divierte. Yo no me considero pretenciosa, pero con las personas que lo son (no en demasía) me permito cierto aire de superioridad (compartida) que raya en la ironía: un poco "en serio", un poco burlándome en secreto de nuestras inútiles ínfulas. Los juegos de lenguaje, las discusiones (generalmente sin objeto), los lugares-personajes comunes, las refutaciones que no esperaban... tornan las conversaciones sutil y silenciosamente divertidas.