Como no sé si pueda dispararte prefiero cerrar los ojos y darme vuelta. Ante la angustia de lo desconocido te inclinas hacia el camino claro
, como un animal con frío busca la luz. Pero yo sé que no es frío lo que tienes y tras esos ojos profundos y pulcros escondes una furia capaz de generar tempestades.
Calculo el poder de tu rabia, esta vez parece mayor pero no tengo miedo, llego al momento en que odio a mi imaginacion y todas esas secuencias de puros espejismos
absurdos y temblorosos como tú: falsos brazos abiertos.-Busquemos un escape, una conciliación, un abrazo, ...un instante de proximidad.
Depronto me invaden unas ganas terribles de meterte en mi cama. No puedo con tus ganas de matar, te imagino derritiéndote progresivamente hasta el punto de fundirte sobre mí
y siento un placer que me hastía. ¿Sigues ahí?El papel, el tiempo, la tinta culminan en una duda: ... ¿realmente estamos seguros de esta distancia?
Te tambaleas, ya no te queda bien ese papel: tan dispuesta a llorar no se puede estar siempre y yo me pregunto, si quizás esto no debería ser algo más que unas efímeras miradas y unas tímidas sonrisas en cada encuentro de nuestras energías.
Eso no lo respondo. Vos sabés.