"hijos de la ironía, ejercitamos la habilidad de mantener simultáneamente proposiciones paradójicas"

Hago y hago y parece que no avanzara nada... Son mil cosas pero no tantas... Hace un sol precioso pero no entra por la ventana todavía. ¿Tendría que salir a sentarme en la acera y dejarme acariciar tibiamente? Me gustaría, pero es tan extraño el acto de sentarse en la calle un domingo a ver pasar el silencio inconcluso... Suena tango. Quiero tenerlo dentro y llevarlo conmigo (quizás sea así y no he notado que es eso lo que duele a veces.)

Cada vez que me decido aparece una sombra femenina tan imposible como altiva y me desbarata. No hay tal idealización posible, se me escapan las realidades por entre los dedos. El dolor de espalda es cierto y preciso, pero los besos se desmoronan en la noche que fue y ya no lo quiero más porque pienso en divas llenas de indiferencia que me duelen hasta los huesos por imposibles. Me desmayo de incertidumbre y duda, confundo con incoherencias, camino irónica intentando ser dos que no existen. CUALQUIERA.