Sailor Song - Regina Spektor

Agarro un lápiz de ojos negro que hay en el baño, ha de ser de mi madre. Contra toda costumbre empiezo a intentar delinear mi ojo derecho... soy un desastre, la falta de costumbre, "borro", es decir, esparso el negro por el párpado inferior (que sospecho que no se llama así pero no sé cómo se llama); recuerdo las maquilladas para obras de teatro, me gusta como queda al otro día el maquillaje, medio corrido, medio triste por más crema que uno se eche para quitalro. Quiero verme así hoy, pinto, borro, pinto... ya no sé si se nota o no, da igual. Unto la punta de mi dedo meiñique con colorete rojo, busco la caléndula, los mezclo... Ahora parezco un payaso, siempre creo que parezco un payaso cuando me maquillo pero hoy quiero tener cara de payaso. Es todo, me siento como una vieja delirante... como una chica con tendencias suicidas que se corta los brazos (no me corto), como un chico dudando de su sexualidad, inclinándose hacia transgénero, que se maquilla a escóndidas de su madre o de su esposa. En cualquier caso la imagen es decadente. El maquillaje en sí me parece decadente, pero es todo tan decadente hoy que me siento a tono. Me despierto. Hago una maqueta entre intervalos de distracción. Me aburro. Pienso en el almuerzo durante un par de horas. Quiero llamarlo pero no me lo permito. Por fin me animo a hacerlo (el almuerzo), no queda mal, me sirvo una copa de vino. Como sola en la mesa del comedor mientras leo un libro que quiero que se acabe ya pero parece eterno. Mi siesta es inútilmente interrumpida por una llamada un tanto incoherente. Están arreglando la calle, hay dos o tres vecinos como yo, mirando por la ventana como si no tuviéramos nada más que hacer. Me hablan en el chat. Oigo un cd suicida: El Cigala, seguido de Regina Spektor y su voz de frita depresiva. Quiero salir y no. Rompo una copa mientras intento preparar un café que se enfriará antes de que recuerde que debo tomármelo. Jethro (el gato) duerme plácido pero sospecho que está tan intranquilo como yo. Hoy por fin acepto que mi autoestima anda desvanecida pero desconozco como hacerla aparecer de nuevo. Me miro al espejo más de la cuenta, antes de maquillarme y durante, después no. No sé si hoy quiero verme o no. Pero no me ronda la frase robada: "¿debería cortarme las venas o dejármelas largas?". Me siento sucia: ¿el maquillaje o la crema con la que intento evitar los excemas? Llamo a mi hermana y me grita. "Lo siento, mal momento, chao". Creo que no estoy de ánimo... (¿para qué?) En la cabeza trato de diagramar las planchas que tengo que hacer, pero hay una que me sobra o me falta. Quedan dos fósforos para prender el fogón, descubro un encendedor. Bien. Finalmente lo llamo, no aguanto más. Me arrepiento un poco. -Acá con una amiga. -Ah.- Me sumerjo en un monólogo insoportable, quizás es mejor que ni me vea hoy. Quizás es mejor que nadie me vea hoy. No entiendo por qué llevo tres días llorando o a punto de llorar cada que pienso en... ¿en qué? Extraño a mi madre, ¿si?, ¿o es sólo que no encuentro otra razón? Los rincones se empolvan. Hay moscos volando por ahí, se aparean. Asco. Me siento sucia. Hace sol y no me atrevo a salir sin rumbo por miedo a ---- (?)